«Espero no ver nunca el final del horizonte»

Texto: David Hernández / Fotos: Gabriel Monsalve / Maquillaje y Peluquería: Marta Belli y Nieves Timor

La artista revelación del momento se llama Sara Serena. Su primer trabajo discográfico, ‘Skyline’, sube como la espuma en las listas de ventas. Álbum que consiguió lanzar gracias a un contrato con Nexar, obtenido tras haber sido una de las ganadoras de ‘Aim2fame’. Un talent show internacional en el que la zaragozana compitió con cantantes de 43 países. Se enteró de la existencia de este concurso gracias a un compañero de ‘La Voz Kids’. “Me apunté el último día, cuando me enteré,” explica Sara. “Había que grabar un vídeo casero, que no estuviera cortado ni manipulado y enviarlo. Después, la gente votaba. Yo fui una de las 16 seleccionadas para entrar en la academia.” Mes y medio estuvo en una casa, a modo de reallity show, aprendiendo mucho y mostrando todo su talento. “Fue una experiencia musical y cultural, porque éramos personas de lugares muy diferentes,” comenta.

Durante su participación en el programa, Sara Serena hizo llorar a Walter Afanasieff, uno de los productores más importantes del mundo. Sólo Celine Dion lo había conseguido anteriormente.

-Fue un shock, pero tampoco hay que subirse mucho a las paredes. Hay que tomárselo con humildad y seguir trabajando para que te lo sigan diciendo. – señala.

-Pero por mucho que te lo intentes tomar así, es algo muy grande. Eres una chica de provincias, de Sos del Rey Católico, un pueblo de Zaragoza, y verte en Estados Unidos, participando en un concurso internacional y viviendo esa situación… ¿No te pellizcabas en ningún momento para asegurarte de que todo lo que estaba ocurriendo era real?

-Siempre he tenido los pies en el suelo. Sé cuáles son mis objetivos. Por supuesto es un sueño todo lo que estoy viviendo, pero se consigue trabajando mucho. No existe la suerte en el trabajo, sino que es el trabajo el que hace la suerte.

Cierto es que lleva formándose y trabajando desde pequeña. Según cuenta su abuela, antes de hablar, ya cantaba. “Aprendía sonidos que escuchaba y los repetía,” cuenta Sara. No sabe cómo, pero asegura que articulaba las palabras de las canciones.

Pronto empezó a tomar lecciones de piano y, después, de ópera. Asegura que eso es lo que le ha dado la verdadera formación profesional. “Es por eso que puedo cantar por las mañanas y hacer otras muchas cosas,” dice. “Siempre animo a quien quiere dedicarse a esto a formarse, porque es una profesión como cualquier otra.” Es muy inquieta y saca todo el tiempo que pueda para aprender. Así es como ha llegado a tocar la guitarra, el acordeón y el ukelele. Además, compone. En ‘Skyline’, nos encontramos una canción suya junto a Emilie Ganthou, ‘I like it like that’. “Es una canción de verano, de las típicas que escuchas y te entran ganas de bailar y vivirla,” narra la cantante. “La letra trata de una chica que te está diciendo que a ver si te animas, que va detrás de ti, pero va a dejar de hacerlo. Así que, a ver si te animas tú a ir detrás de ella, que ya va a parar de trabajar.”

El álbum es muy completo, formado por 13 temas muy diferentes. “Dentro del estilo y la lógica coherente del pop, tenemos un pop más latino, un pop más tradicional, un pop más lírico, un pop más comercial…,” cuenta Sara. “Hay un poco de todo y a la gente le está gustando muchísimo.”

-¿Con cuál de esos pops te sientes más cómoda?

-No tengo preferencia. Nunca he querido clasificarme dentro de un estilo. Una artista debe serlo para todo. Puedes estar cantando pop y al día siguiente ópera y al siguiente heavy metal. Te tiene que dar igual una cosa que la otra si de verdad amas la música y no tienes los típicos clichés de encerrarte en un solo estilo. No tengo estilo favorito, aunque sí estoy muy cómoda en lo que estoy haciendo ahora.

-De hecho, tienes tu lado folclórico.

-Siendo de Zaragoza, he cantado jotas desde pequeña. A veces lo sigo haciendo.

-¿Aún vistes de baturra?

-Todos los Pilares. Mi padre me diseña los trajes. Somos de una familia muy baturra, muy jotera. Es una cosa que a mí me gusta y que querría mantener el resto de mi vida.

-¿No ha surgido fusionar la jota con el pop?

-No… ¡Pero sí la fusioné con el hardcore! – se ríe. – Inauguré las fiestas del pilar con Fangoria y la última cosa que hice fue fusionar hardcore con una jota. ¡Me quedé más ancha que larga!

-¿De qué hablan las canciones de tu disco?

-Son letras personales, no porque sean mías, sino porque he tenido la suerte de que grandes compositores me ofrezcan sus historias. Hay canciones en las que les he contado mi historia y de ahí la han hecho y hay otras en las que ellos me ofrecen sus historias a mí y las hago mías. Me regalan sus historias de amor, desamor…

-¿Por qué ese título, ‘Skyline’, horizonte?

-Fue en un aeropuerto, en Frankfurt, en una escala de 9 horas. Estaba con mi mánager intentando encontrar ya título para el álbum. Íbamos diciendo distintas cosas y, de repente, nos miramos y, te lo prometo, los dos a la vez dijimos: “¡SKYLINE!” Es un horizonte en el que espero que, como en cada horizonte, no se vea el final.

-¿En qué momento te encuentras ahora?

-Estoy con muchos proyectos. Acabo de finalizar la primera etapa de mi gira por Estados Unidos y, ahora, vendrá la segunda. Después, haremos Latinoamérica.

-Además, estás a punto de lanzar un nuevo videoclip.

-Es el vídeo de ‘In love with shadows’, mi canción favorita del disco, una balada, en acústico. Está grabado en Los Ángeles. Me gusta un montón porque es muy diferente. Le hemos dado un toque muy californiano. ¡Tú ya lo has visto! ¿Te ha gustado?

-¡Me ha encantado! Me has sorprendido con tus dotes interpretativas. Te vemos destrozada, llorando, en el suelo. ¿De dónde sacas esa vena de actriz?

-He hecho ópera durante muchísimos años. En la ópera se expresa mucho. Pero creo que eso también se debería hacer con una canción normal, expresar lo que uno siente.