David Hernández
Álex, Guille, Javi, Luis y Dani son Lunáticos. No soy yo quien los califica con el adjetivo. Ése es el nombre que han elegido para su banda. Aunque lo cierto es que les va al pelo. Un grupo madrileño, joven, con tan sólo un año de vida, pero que ya apunta muchas maneras. Su carta de presentación es inmejorable, ‘Volar Descontrolados’, su primer sencillo. Una historia personal del vocalista del grupo, Alejandro Gil, que habla de una relación “un poco turbia” con una exnovia. Lo plasman en un videoclip muy alocado, donde encontramos la esencia de Lunáticos.
Un grupo que no sale tocando en su primer videoclip, cuyos miembros van vestidos con monos de pintura y rompiendo de forma literal todo lo que se les pone por delante. “Queríamos impactar,” confiesa el teclista Javier Sánchez. “No queríamos lo típico de coger una sala y salir tocando. Nos reunimos en mi casa y estuvimos hablando, viendo qué podríamos hacer… Empezamos a plasmar en metáforas súper extrañas, súper idas de olla, lo que decía la canción.” El romperlo todo va relacionado con el tema que trata la canción. “Una relación turbia, tóxica, muy loca, donde todo iba muy rápido, muy pasional…,” cuenta Álex.
-¿Y por eso os convertís en el Grinch y os cargáis a Santa Claus?
-Queríamos que saliera un peluche. – explica el cantante.- No sabíamos cuál iba a ser. Como era Navidad cuando fuimos a comprar las cosas, vimos a Papá Noel y pensamos qué hacer con él. Luego ya surgió la idea de afeitarlo y quemarlo.
El vídeo se rodó durante un fin de semana en una nave. Tiempo en el que pasó de todo. “Tenía un extintor viejo y decidimos vaciarlo allí,” narra Javi. “Se llenó eso de polvo… Tuvimos que salir durante unos veinte minutos.” No fue el único incidente. “Yo me clavé un pincho, uno se clavó una astilla, alguno se llevó un golpe,” dice el teclista. No es de extrañar si tenemos en cuenta que volaban platos y pedazos de cristales. “Pusimos un vaso de agua sobre la mesa y yo tenía que romperlo con un bate,” comenta el vocalista. “Pensamos que iba a darle al vaso y, a lo mejor, salía para adelante o algo y se apartaron todos. Pero no. De la leche que le di, desapareció, se desintegró.” Pero eso no fue lo más peligroso de todo. “La mesa donde rompíamos todo la quemamos. Hay una escena en la que salimos con bengalas y la mesa ardiendo,” narra el baterista Guillermo García. “Estábamos los cuatro actuando y, fuera, uno pendiente para abrir el agua, otro con la manguera… No sabíamos lo que iba a pasar.”
Este tipo de anécdotas son las que dan sentido al nombre de la banda. Las hay de todo tipo. Luis Muñoz llegó de una forma nada habitual. La formación estaba buscando un bajista, pero no lo encontraban. “Yo estaba en mi casa y me mandan un mensaje ¡A Wallapop! Me escribe, un tal Álex ni siquiera por un bajo, por una guitarra que yo vendía, y me dice: «Estoy en proceso de formar una banda, nos hace falta un bajista todavía.» Dijo: «¿Pero este tío? ¿Me escribes por Wallapop para meterme en un grupo?» Me hizo tanta gracia que decidí entrar,” explica Luis.
-Sólo se te ocurre a ti, Álex, a alguien que se quiere deshacer de su instrumento ofrecerle entrar en un grupo.
-En ese momento, yo estaba vendiendo una guitarra. Entonces, pensé que la gente que vende guitarras, serían guitarristas o bajistas. Iba mirando. De los que decían “soy músico y vendo todo mi set para nosequé,” pasaba. Pero, al que decía “vendo una guitarra porque tengo otras tres”, pues le hablaba. Luis vendía una guitarra eléctrica con 12 cuerdas. Y le hablé.
-Lo de Wallapop es alucinante, porque hay gente que incluso lo utiliza para ligar.
-Sabiendo eso, lo voy a usar más. – dice Álex haciéndonos reír a todos.
-De ahí puede salir la siguiente canción. –continúo.
-¡La siguiente novia! – suelta Álex provocándole a Luis una sonora carcajada.
-¡Oye, que no sólo hablamos del amor de este tío en las canciones! – defiende Javi. – ‘Tiempo de gritar’ habla de que estamos en un tiempo de reivindicar cosas, de aprovechar la vida, de disfrutar la música.
-Luego está ‘Refugiados’. – interviene Dani, la más reciente incorporación de la banda. – Es un tema de verdad. Creo que hemos encontrado la manera de lanzar un mensaje sobre algo que nos preocupa. Es una de mis canciones favoritas.
–Habla del drama que están viviendo los refugiados. – añade el cantante. – Como nos pilla un poco lejos, parece que es algo que no existe. No somos conscientes del todo, de la gente que muere todos los días, de la gente que vive prácticamente en un campo de concentración… La canción es una respuesta a cómo Europa está reaccionando a eso, que es vergonzoso.
-¿Echáis en falta que se haga más canción protesta? – pregunto.
-Echo de menos la canción protesta en todos los estilos. Debería ser un concepto que no entendiera de género. No sé si ‘Refugiados’ es canción protesta o simplemente un tema informativo, pero más gente que debería hacer este tipo de cosas. – señala Luis.
Esos temas los vamos a poder escuchar muy pronto en un EP que ya están grabando y que saldrá a la venta antes del verano. Mientras tanto, podemos disfrutarlos como mejor se viven las canciones, en directo. El sábado 18 de marzo, tendremos la oportunidad. A las 22.00, Lunáticos ofrecerá un concierto en la sala El Perro de la Parte de Atrás del Coche, en el barrio madrileño de Malasaña.
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